El X-T27 pasaba que era el mejor y mas moderno robot. Cuando caminaba por las calles miraba a los robots inferiores con superioridad. Su idea de un mundo perfecto era uno donde sólo había robots X-T27.
Un día, él caminaba por la calle y vio una puerta amarilla, la abrió y se encontró con su mundo perfecto, lleno de X-T27. Pero a medida que estaba allí, se dio cuenta que no le gustaba tanto ese mundo porque él no se sentía superior a nadie ya que eran todos iguales.
Entonces, buscó la puerta amarilla, tardó un día en encontrarla pero cuando lo hizo, se despidió del mundo que él creía perfecto y se fue. En realidad, todo fue un sueño porque él se chocó con un robot al que nunca había visto: era un X-T28. Ahora el X-T27 no era el mejor robot pero tampoco el peor por eso no estaba triste.
Juan Cruz Ises
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